Cuando experimenta sufrimiento en la vida, necesita personas que lloren con usted.
Hay situaciones que nadie debería tener que atravesar solo. Nadie debería tener que esperar en el hospital mientras un ser querido se encuentra en una cirugía de vida o muerte. Ninguna mujer debería tener que esperar sola el informe de laboratorio sobre un problema de embarazo. Nadie debería tener que esperar solo las noticias del campo de batalla. Nadie debería tener que pararse solo al borde de una tumba abierta. Nadie debería tener que pasar solo la primera noche después de que un cónyuge haya muerto o se haya ido.
El hecho es que algunas de estas cosas le van a pasar a usted. Son inevitables. Usted va a pasar por la tragedia. Usted va a recibir malas noticias. Usted va a experimentar dolor. Solo un tonto iría por la vida sin estar preparado para algo que se sabe que va a suceder. El momento de construir la red de seguridad —la red de partidarios y amigos— es ahora.
¿Cuál es la red de seguridad de Dios? Es un grupo de otros creyentes. No necesita una centena. Solo necesita cinco o seis: un grupo de otros creyentes comprometidos con usted.
Hubo un hombre que asistió a Saddleback Church durante siete años. Se sentaba en las gradas. Nunca se involucró en nada, nunca se unió a una célula. Él simplemente venía a adorar y luego se retiraba justo después del servicio. Un día le dio un infarto y estuvo en el hospital durante dos semanas. Yo estaba de viaje y ni siquiera me enteré hasta que regresé. Cuando salió del hospital, vino a la iglesia y dijo: “Me voy de la iglesia”. Le pregunté: “¿Por qué?”. Él respondió: “Porque es fría. Nadie me visitó en el hospital”. Cuando se fue, pensé: “¡Es su culpa!”.
Él nunca se preocupó por nadie más que por sí mismo. No le importó ni siquiera conocer a alguien. Nunca se integró a una célula, nunca dio, nunca compartió. Fue su culpa que, al llegar la crisis, nadie estuviera allí para él, porque nunca hizo ninguna conexión.
Así no es como Dios planeó que ninguno de nosotros viviera. Este es el plan de Dios: “Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran” (Romanos 12:15 NTV).
La comunidad es la respuesta de Dios a la desesperación. ¡Usted fue hecho para compartir su vida con otros! Este es el momento de encontrar a las personas que lo van a apoyar a lo largo de la vida, que se regocijarán con usted en sus victorias y llorarán con usted en sus problemas.
0 comentarios:
Publicar un comentario