Dios trabaja en los corazones de las personas cuando esperamos que lo haga.
Antes de cada servicio en Saddleback Church, oro: “Dios, sería una pérdida de tiempo salir y hablar con esas personas sin esperar que hagas algo. Así que voy a agradecerte de antemano por cambiar vidas. Espero que suceda por fe. No por quien soy, sino por quien eres tú”. Esa es la fe que Dios usa para cambiar vidas.
Muy pocas personas vienen a Jesucristo la primera vez que escuchan las Buenas Nuevas. Ellos tienen que pensar en ello y tomarse el tiempo para tomar la decisión correcta.
Nunca se rinda con nadie. ¡No hay nadie que no tenga esperanza! Tiene que confiar en Dios. Hebreos 11:1 dice: “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve” (NVI).
Algunos de ustedes han estado orando por un tiempo para que su novio o su hijo o un amigo cercano se hagan creyentes. Han estado orando por años y, sin embargo, no ven ninguna evidencia de que estén más cerca en su camino hacia Dios de lo que estaban hace cinco años o hace dos años o el año pasado.
¿Qué debe hacer? Debe comenzar a orar con fe, esperando que Dios actúe. La fe es la certeza de lo que no vemos. Debe decirle a Dios: “Yo no veo que se interesen por ti en absoluto. Pero voy a orar y a creer que tú estás trabajando en sus vidas, aun cuando no puedo verlo.”
¿Recuerda la historia en la Biblia de los cuatro hombres que tenían un amigo paralítico? Ellos creyeron que Jesús podría sanar a su amigo, así que lo pusieron en una camilla y lo llevaron a él. Cuando Jesús vio su fe, dijo: “Amigo, tus pecados quedan perdonados” (Lucas 5:20b), y sanó al hombre.
Jesús sanó al paralítico basándose en la fe de los amigos, no en el hombre que estaba enfermo. A veces uno tiene que creer por otras personas y esperar que Dios actúe. Ponga un poco de fe en un Dios grande y obtendrá grandes resultados.
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